Día mundial de la Alegría

Hoy lunes 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría, iniciativa presentada por Alfonso Becerra, durante el Primer Congreso Nacional de Gestión Cultural Chileno, con la finalidad de festejar la vida.

La idea fue presentada con el fundamento, por un colombiano Alfonso Becerra, hay fechas históricas, religiosas, políticas, de profesión u oficio, comerciales, de fiestas populares y de calendario, pero ninguna de un sentimiento, y es por eso que este proyecto “es totalmente incluyente.”

En base a el autor del proyecto el Día Mundial de la Alegría es una invitación a reflexionar sobre la importancia de conocer y tener más presente la alegría en la vida diaria, cómo vivirla y cómo aprender a compartirla con quienes nos rodean en esta travesía por la vida.

Además de festejar la vida pretende revindicar poder transformador de la Alegría como generador de un gran beneficio personal y social en todas las dimensiones humanas.

Definitivamente ver el mundo, la vida, con alegría no debería ser un imposible para nadie. Dicen que la felicidad está precisamente en el mejor lugar para esconderla, dentro de cada uno de nosotros; por ello cuesta tanto encontrarla, pues la mayoría la busca por todos lados e incluso le da la responsabilidad a otros de hacerla feliz, pero poco recuerda ‘mirarse por dentro '. Así la alegría, que no significa ausencia de dolor ni lágrimas, sino la posibilidad anímica de cada uno de levantarse con esperanza y el mejor propósito de seguir adelante —y levantándose— tras cada caída y volver a sonreír, está entre las preciadas posesiones que llevamos por dentro. Hay mucha maldad en el mundo, pero jamás será la suficiente para detener a una humanidad que, mientras unos le muestran motivos para llorar, ella encuentra motivos para hacer el bien y sonreír. La bondad, la alegría, el amor, son ese rayito de luz que deshace las tinieblas de la maldad, en todas sus formas.

La alegría es una emoción pasajera que se manifiesta por medio de la risa, y que surge ante hechos de la vida que producen placer, como por ejemplo: tener éxito en situaciones personales, de estudio o de trabajo.

En conclusión para sentir alegría se debe tener una actitud positiva y disfrutar de las “pequeñas situaciones de la vida”, tales como ver la sonrisa de los niños, y observar el nacimiento de un nuevo día con la salida del sol.