CULTURA SANITARIA
La Cultura Sanitaria tiene un enfoque preventivo articulado en las ciencias de la salud con las ciencias humanas, que se basan en considerar los factores culturales como elementos en su análisis. Las ciencias de la salud su análisis se ubica en la en la individualidad de los sujetos, mientras que las ciencias humanas su centro de análisis son los actores sociales y se basan en considerar los factores sociales. Un ejemplo es la línea de la antropología médica y la medicina social que proporcionan una conciencia y sensibilidad de las diferencias culturales y sociales que se presenta en la esfera de la salud, así como permite incorporar los conceptos de adaptación biológica y cultural, etnocentrismo, y relativismo cultural en las prácticas de la salud y una recuperación de la cultura tradicional con el fin de considerar el valor de las creencias y prácticas respecto de la salud (Cosminsky,1992), permitiendo conocer y comprender el comportamiento de las personas alrededor del sistema salud-enfermedad-atención, más allá de lo biofisiológico.
Las aportaciones de las ciencias sociales en el estudio de los problemas de salud han sido transcendidas con amplitud, sobre todo en el campo de la salud pública; de hecho, muchos conceptos que se utilizan en esta disciplina (como esperanza de vida, equidad y desigualdad social, necesidad, conductas de riesgo, aceptabilidad, género, etc.) y varias de las técnicas de indagación (como la encuesta, la entrevista, los grupos focales, etc.) constituyen en sí mismo un aporte de las ciencias sociales al estudio de los problemas de salud (Castro, 1996:226).
Dichas aportaciones con dicho enfoque se dirigen a proteger a ¨la población disminuyendo los riesgos de enfermar o morir y aumenta la esperanza de vida y la calidad de vida¨ (Tapia, 1996).
Marsall Sahlins argumenta que la ¨ecología cultural¨ ofrece una nueva perspectiva, presta atención a la relación entre lo interno y externo; ubica como el resorte impulsor del movimiento evolucionario el intercambio entre cultura y ambiente. La adaptación es real, naturalista aseguradora de todos aquellos contextos históricos de las culturas que el dinamismo interno ignora. Sahlins en Ortner, 1993.
El concepto de cultura evidentemente es una herramienta teórica sensible que puede ser abordada para trabajar o entender diversos temas como salud-enfermedad-atención de las personas.
Se entiende como cultura sanitaria al conjunto de símbolos que permite tomar o no decisiones a las mujeres y hombres sobre su salud. Es el marco en donde se inscribe el acceso al conocimiento, así como el significado de las personas acerca de su cuerpo, la manera de cómo lo perciben, las reacciones y procedimientos que hay que seguir para cuidarlo.
Una de las partes que integra la salud de la mujer y el varón es la salud reproductiva, de hecho es un concepto importante para tener un enfoque más objetivo de la salud y del género; y es entendido como: La salud y el bienestar de los individuos en todo los aspectos relacionados con el aparato reproductivo, su funcionamiento y sus procesos, implica que las personas pueden gozar de una vida sexual sana y satisfactoria, que tengan la capacidad de reproducirse y la libertad para decidir si, cuándo, y cómo hacerlo, (implica), el derecho al acceso a información y servicios apropiados. Incluye también la salud sexual, cuyo propósito es mejorar la vida y las relaciones personales, y no se restringe únicamente a la consultoría y a la preocupación por las enfermedades sexualmente transmisibles (Fathalla en Ávila 1998).
Por lo tanto, esta definición implica tener una maternidad sin riesgos, parto seguro, la capacidad de regular una fecundidad sin riesgos y escoger el método anticonceptivo más conveniente a sus necesidades, así como el derecho a una vida sexual satisfactoria y libre de enfermedades (Fathalla en Figueroa, 1998).
El concepto de cultura sanitaria tiene como fin rescatar la parte ¨oculta¨, la que no es común que se tome en cuenta cuando se analiza el sistema de salud-enfermedad-atención. Esta parte oculta o el sistema de representaciones simbólicas que le dan contenido al concepto de cultura sanitaria tiene un peculiaridad: entender que el comportamiento ante la salud o la enfermedad de las personas no sólo depende de la estructura social, sino como parte de ésta se encuentra la estructura individual y de género (ser mujer o ser hombre). Lo que puede traducirse en conocer prioridades y necesidades de las personas en distintos contextos socioculturales, así como también puede aportar algunos elementos para una mejor comprensión de la salud de la mujer y del hombre, desde un enfoque social y antropológico.
Lo antes planteado, es sólo un acercamiento que mediante el conocimiento del sistema de representaciones simbólicas alrededor de la salud-enfermedad, que busca entre otras, respuestas y posibles soluciones la inequidad que se presenta tanto en mujeres como en hombres en el ámbito de la salud, considerándolas/os como actores de su salud al rescatar sus significados, y posiblemente facilite la prevención a los problemas de salud de acuerdo con el contexto cultural, en donde se desenvuelvan. Y reconocer que la determinación del género es fundamental para poder dar una interpretación del comportamiento de las personas y no solo en el ámbito de la salud sino en todos los que conforman la sociedad y la cultura.
EL SISTEMA DE SALUD DE VENEZUELA EN LA ACTUALIDAD.
Es el conjunto de atracciones destinada a promover, conservar, y mejorar la salud de las poblaciones, así como el control y erradicación de las enfermedades. Si bien el Estado es el principal acta institucional de la salud pública, organizando a la sociedad para mejorar, promover, proteger y restaurar la salud de las poblaciones, por medio de acciones colectivas, que debe incluir al sector público y privado.
La Legislación Venezolana, ha cambiado dramáticamente en los últimos años. A raíz de la promulgación del Nuevo Texto Constitucional , mayores y más profundos cambios están por venir. El Codigo Civil vigente en su Artículo 2° establece: "La ignorancia de la Ley no excusa de su cumplimiento". Por otro lado; el Código Penal vigente, en su Artículo 60 establece: " La ignorancia de la Ley no excusa ningún delito o falta". Ambos preceptos son principios fundamentales de derecho, derivados de la ficción necesaria de que la Ley es universalmente conocida desde su promulgación. Verificada la publicidad, queda satisfecha la necesidad social que impone tal solemnidad, puesto que el ciudadano queda; si no enterado de la ley, al menos habilitado para conocerla. La carencia de conocimiento no puede mermar la obligatoriedad de la Ley. La autoridad pública pone las leyes al alcance de los ciudadanos, quienes pueden enterarse de ellas por sí mismos o por medio de terceros. Es, realmente necesario que el ciudadano conozca las leyes; pero sabemos que es materialmente imposible que todos los habitantes puedan conocer con la prontitud del caso las leyes que se dicten.
Contenedores de distintos colores
Para la separación en origen doméstico se usan contenedores de distintos colores ubicados en entornos urbanos o rurales:
Contenedor amarillo (envases): En este se debe depositar todo tipo de envases ligeros como los envases de plásticos (botellas, tarrinas, bolsas, bandejas, etc.), de latas (bebidas, conservas, etc.)
Contenedor azul (papel y cartón): En este contenedor se deben depositar los envases de cartón (cajas, bandejas, etc.), así como los periódicos, revistas, papeles de envolver, propaganda, etc. Es aconsejable plegar las cajas de manera que ocupen el mínimo espacio dentro del contenedor.
Contenedor verde (vidrio): En este contenedor se depositan envases de vidrio.
Contenedor gris (orgánico): En él se depositan el resto de residuos que no tienen cabida en los grupos anteriores, fundamentalmente materia biodegradable.
Contenedor rojo (desechos peligrosos): Como teléfonos móviles, insecticidas, pilas o baterías, aceite comestible o de vehículos, jeringas, latas de aerosol, etc.